Enero 7, 2016 (Multiversos que no conocemos)

Llevo unos cuantos minutos pensando en qué escribirte y de verdad no sé qué. Yo que prometí no escribirte diario si solo iba a decir «hola» o «buena noche», y mírame, estoy a punto de escribir solo eso.

No tengo nada qué escribir, me detesto. Y tú eres todavía incierta y desconocida. Pero te quiero, de eso no tengo duda.

A menudo pienso que los sueños nos conectan a los multiversos que no conocemos. Por ejemplo, en uno de ellos soy un excelente guitarrista con una familia aún más excelente; en otro gano el Nobel de fisiología y medicina por descubrir no sé qué. Me gusta soñar, me gusta mucho.

Y aquí me tienes de nuevo, esperando. A veces siento que te conozco, pero pasa algo (o no pasa nada) y te vuelves de nuevo una desconocida. Esto está mal, yo no debí idealizarte de esta forma, siempre lo supe pero no quise aceptarlo.