Agosto 20, 2016 - Parte 1 (Pero amo eso poco que sé de ti)

Vamos a hablar las cosas bien, sin el sentido poético que a veces nos confunde al hacernos creer cosas e ignorar otras.

Es decir, mi corazón no late al ritmo de tu voz o tus pasos, aunque sí se acelera su ritmo al leerte o imaginarte.
No estás en mi mente todo el tiempo pero cuando lo estás, solo estás tú.
No me despierto pronunciando tu nombre pero no hay día que duerma sin antes dedicarte aunque sea unos segundos.
No sé si eres el amor de mi vida pero sé que le das vida a mi amor.
No puedo decir que te amo porque apenas te conozco, pero amo eso poco que sé de ti.
No eres la mujer más bella que haya visto pero no te cambiaría por ninguna.
No me ganaría la lotería por tenerte, pero sin duda me haría más rico tu presencia.

En resumen, no eres dueña de mis memorias, pensamientos, latidos ni oraciones. En realidad solo posees algo de mí, poco quizá, pero tuyo. No me malentiendas, no digo que no te quiero, digo que lo hago aunque eres todavía desconocida para mí.

Te quiero porque creo en ti —a veces, más que en mí—, y porque lo que sí sé es que me gustas bastante como para estar contigo, a tu lado, en nuestras dos vidas.

Comentarios

Entradas populares