Septiembre 26, 2015 (Dichoso aquel que te tiene cerca)

Toma tu abrigo y salgamos a caminar. Quiero saber qué se siente tomar tu mano al caminar por el parque, sujetar la sombrilla mientras me abrazas en un día de lluvia. Ir de compras al súper por cualquier cosa, lo que sea.

Vayamos a comer algo a un lugar, no importa cuál, solo quiero conocer todas tus facetas, tus caras, gestos y gustos.

Dichoso aquel que te tiene cerca, que disfruta de tu compañía; dichoso quien dice que te conoce, él que sí puede mirarte, él a quien no es tu foto quien mira.

Toma mi brazo y caminemos por la orilla del mar, miremos volar las aves, cantemos en la calle, bailemos en las plazas.

No estás cerca, no sabes que te necesito para darte todo este amor que hay dentro de mí, para enseñarte cuánto se es capaz de hacer cuando se ama a alguien. Dime ¿qué lugar en Europa es tu preferido? Escapemos allá, lejos de nuestro ambiente, no quiero que te sientas limitada. Vuela, vuela, paloma mía, querida mía. No te quedes a mi lado, no dejes que te enjaule en mi corazón, busca el mejor lugar para hacer tu nido; y cuando lo encuentres házmelo saber, quiero asegurarme que eres feliz. Pero no te vayas lejos, donde no pueda verte, donde mis palabras no te alcancen ni mi espíritu pueda seguirte. Quédate cerca, a mi lado si quieres. Te quiero libre, impetuosa, plena.

No dejes que se extinga este amor mío, conóceme y sé consciente de todo mi ser, de mi alma que se derrite ante tu presencia y tus palabras.

Recuéstome en tu regazo, respiro la pureza del aire que te rodea, me condeno a la libertad que siento cuando estoy contigo, distante, exigüo. Y me besas y me extingo como al chocar de la partícula con su antipartícula, y se energiza todo. Me quemo, me quemo y no hago nada sino nacer de nuevo y buscarte y mirarte y quererte.

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