Noviembre 23, 2015 (Me quedo con ese primer día, en que te vi por vez primera)

Cae la noche anunciando la llegada de un nuevo día. Y es en el preámbulo del amanecer cuando mejor se piensa, cuando se caen las máscaras que uno se pone a la luz del sol.

Recostado, con los ojos cerrados, mirando el interior del yo –eso que nadie más puede ver sino aquellos a quienes se les da ese privilegio de conocernos, de sabernos como solo uno se sabe– es cuando se piensa en el hoy que está a unas horas de ser ayer, y queremos cambiar cosas y regresar el tiempo para repetir otras pues no sabemos lo que pasará después ¿Qué es un día en toda una vida? Se va con la fugacidad del tiempo, y se olvida o se queda para siempre.

Yo me quedo con ese primer día, en que te vi por vez primera. Y con ese día en que te vi por última vez. Y pienso en regresar el tiempo para cambiar unas cosas, para atreverme a fallar y no tener miedo.

A mí la noche me gusta, es cuando se aprecia la verdadera belleza del cielo y se puede saber lo insignificante que somos, cuando se mira la infinidad de luces que se aprecian en un cielo sin luna ni sol. Pero conscientes de que a pesar de lo ínfimo de nuestro mundo y de la diminuta duración de la vida comparada con el tiempo que las luces en el cielo llevan existiendo, hay alguien en algún sitio que está con alguna persona por quien sabe que a pesar de lo corto de la existenciay de lo pequeño que es, quiere y ama y sueña.

¿Qué es un día en la vida de un universo? No es nada. Pero hay algunos días que conservamos durante nuestra breve existencia, solo aquellos que lo valen. Me quedo con ese día, en que la he visto por primera vez.